Mejora el caballo Patanegra en lo que muchos consideran un milagro, pero ¿Quién preguntó al caballo sí quería salir?
El torero se juega la vida por dinero, por fama o por ambición, pero a los animales nadie les pregunta si no al contrario son obligados, domados, drogados, o apaleados para conseguirlo, así a los caballos de los picadores los mozos de varas les golpean de ahí su nombre, pues estos aterrados por el miedo no quieren salir.
"Esto lo que es , es una putada" repetían los veterinarios cuando llego Patanegra al hospital de la facultad de veterinaria en la mesa de operaciones cuando trataban de ordenar las tripas, la sangre y la arena que envolvía todo.
Algunos piden que los caballos de rejoneo lleven petos como los picadores pero esto sería contraproducente porque la única salvación para el caballo es su agilidad y velocidad, además cuando les quitan los petos muchos tienen las tripas fuera, pocos sobreviven más de 3 corridas, pero a nadie les importa. Los caballos de picadores van de corrida a corrida, sin curas, hasta que mueren.
Ramon Herran el cirujano que opero a Patanegra declara que muchos aficionados se interesaron por el estado del caballo, --"del toro ninguno se acuerda"--
En Portugal los toros de las corridas de rejoneadores salen con los cuernos enfundados en cuero, en España no se ha conseguido ni esto.
Los veterinarios denuncian que no hay estadística fiable de cuantos caballos mueren al año, el ministerio en su sección de Tauromaquia no tiene datos porque a nadie le interesa darlos, el negocio de la muerte de la "fiesta nacional" tiene que seguir funcionando.
Y mientras Patanegra se recupera en un proceso que los veterinarios juzgan casi milagroso, cuando se recupere volverá a los cosos, salvo que el miedo se lo impida.
"Hay gente que paga porque esto suceda, y luego llora" declara el cirujano.
Hermoso de Mendoza, rejoneador y dueño de Patanegra tiene de dirección de correo:
correositio@pablohermoso.net
Ha declarado que está asombrado de la cantidad de correos y llamadas que esta recibiendo interesándose por el caballo, yo añado que también pidiéndole que no vuelva a llevar a Patanegra a un ruedo. No debería de llevar a ninguno, pero por lo menos a este que se ha salvado por lo pelos, que le deje vivir tranquilamente.