jueves, agosto 27, 2009


Últimamente me están pasando cosas un poco extrañas. Me levanto sobresaltado a las cuatro de la mañana con unas ganas locas de conducir, no hago más que mirar con cierta desilusión el vacío que hay en el centro del salpicadero del coche de alquiler, gracias al vago recuerdo de que allí había algo, me sorprenden esas caras mitad divertidas mitad extrañadas al ver que un coche colorado amaga con parar al momento de levantar sus manos, incluso algún taxista autóctono de la zona me ha mirado con cara de incredulidad ante esas malas costumbres que tengo. Seguro que se fue pensando “mira el listillo este que me la quiere liar”.
¿Por que me pasará esto? Vale que me gusta mi trabajo y que me lo paso como un enano durante esas largas jornadas, pero estoy aprendiendo el significado de la palabra vacaciones. Lejos del mundanal ruido y de mi queridísimo altea, al cual dejé con una sonrisa permanente al enterarse de que no lo iba a arrancar durante tantos días.
Menos mal que cuando me despierto tras esos incomodos y tempranos amaneceres veo ese tranquilo y oscuro mar, atento a mis sueños, permitiendome olvidar completamente todo eso que en los últimos meses colmaba mi día a día. Me enfrasco mirándolo, puedo pasar horas y horas sumergido en esas aguas tan cálidas y a la vez misteriosas, me dejo mecer en sus olas, rodeado de ese intenso y placentero gruñido. Me siento transportado a un mundo de calma absoluta, mi cabeza vuelve a funcionar según unos parámetros medianamente decentes, dejando salir las cada vez más estresantes y alocadas ideas que me invadían. Poco a poco voy consiguiendo una serenidad de la que ya no me creía capaz. Respiro hondo de nuevo, no recuerdo lo que son las prisas, los incesantes atascos, esas infinitas horas frente a las calles de nuestra ciudad.
Así, este mar que me rodea me está enseñando como dejar de estar anclado por unos días a esa realidad en la que vivimos, esa libertad que nos llena por dentro y nos embarga de una felicidad indescriptible.
Y aquí estoy, abandonado en una especie de mini paraíso, con la mejor compañía que puedo desear, unas vistas de infarto, una piscina donde te metes para calentarte (no deja de sorprenderme) y un sin fin de playas de arena blanca y aguas cristalinas donde no hacen falta gafas para ver los peces en el fondo.

9 comentarios:

  1. Espero acercaros un poquito a todo esto. Aquí os querría ver cogiendo el moreno.

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  3. Y lo aburridas que son las vacaciones, no hay nada como el trabajo. Deberían prohibir las vacaciones, o como mucho tener una semana cada dos o tre años, mientras a trabajar 7 días a la semana

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  4. Javier el trabajo está muy mal, la caída está en torno al 50% pero dependiendo de las circustancias personales hay quien lo está pasando mal, y hay quien no, por ejemplo hipoteca, crédito licencia, hijos pequeños, otros ingresos en la unidad familiar etc

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  5. Paco!!! olvidaté de todo...bueno...menos de nadar, no sea que te nos ahogues.
    Disfruta muchooooooo

    A mi se me acabó lo bueno.

    Javier Noriega, vivimos momentos muy difíciles, pero ya nos llegaran los buenos.

    Millones de besos a mis chicos preferidos!!

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  6. Javier no te creas que estoy para tirar muchos cohetes. Y más con lo que aprieta últimamente. Llevaba mucho tiempo de vacaciones y cuento con una gran ayuda externa. Y si quieres a la vuelta puedes probar con el mio y así lo conoces.
    Muchas gracias Chica_T. No veas como se me aclaran las ideas, tanto tanto que se me a caido el pelo casi como a simpulso.
    Ánimo a todos, me alegra mucho leeros.
    Un abrazo muy fuerte a todos y Satur, aunque se que te gusta mejor con calma.

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  7. Como mujer de taxista te digo:Disfruta de tu tiempo de descanso junto a los tuyos y despues "que te quiten lo bailao"

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  8. Ja ja ja... que morro tienes, Helión. Has subido una foto de un lugar cercano al palacio de Marivent ( residencia oficial de vacaciones de los Reyes de España ) y quieres hacernos creer que estás de vacaciones ahí; ya, y ahora voy yo y me lo creo.
    ! Pruebas !... Testimonios gráficos que testifiquen que ese es el lugar responsable de tus despreocupaciones.

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  9. Muchas gracias Susy, no dudes que sigo tu consejo.
    No te preocupes Manu que me estoy encargando de disipar esas dudas, sisi. Aunque no he conseguido todavía que me inviten al vermut en ese caserón de ahí abajo.

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